Un país maravilloso
Samuel Woodworth Cozzens
En los AÑOS inmediatamente anteriores a la guerra de secesión, entre 1858 y 1860, Cozzens recorre la parte más salvaje de su extenso país, el legendario Oeste, cruzando Arizona y Nuevo México.
En los AÑOS inmediatamente anteriores a la guerra de secesión, entre 1858 y 1860, Cozzens recorre la parte más salvaje de su extenso país, el legendario Oeste, cruzando Arizona y Nuevo México. Conoce a Mangas Coloradas, el gran jefe indio, y a su yerno Cochise. Es testigo de sanguinarias matanzas de los crueles apaches (que sólo dos años después declararían la guerra abierta al hombre blanco por el asesinato de Mangas Coloradas) y también goza de la hospitalidad de los zuñis. Visita los lugares emblemáticos de la historia de Arizona (las casas de Moctezuma, las misiones de los jesuitas, el pozo de Acoma) y además tiene que lidiar con los disparates de su joven criado irlandés. Un libro entretenidísimo, pero además una obra fundamental de la historia de Norteamérica, y también una aproximación sorprendente a la historia de la colonización española de esa parte del mundo que, según su autor, es la parte más hermosa de los Estados Unidos, la que conforma “un país maravilloso”.
Poco se sabe del juez, viajero y escritor Samuel Woodworth Cozzens (1834-1878). En 1858, el autor, junto con otros tres viajeros parte desde la ciudad de Mesilla, en Nuevo Méjico, con el objetivo de visitar las minas de Santa Rita del Cobre, en el río Mimbres, una zona todavía muy poco colonizada. Así cruza esta región inhóspita pero hermosísima disfrutando lo que ve y también presenciando terribles sucesos de violencia de los indios. Tras este viaje estallaría la guerra civil, donde moriría uno de sus compañeros, el doctor Parker. En los años posteriores Cozzens funda y preside en Nueva Inglaterra la American Colonization Company, que organiza dos expediciones de cincuenta colonos cada una, que partiendo de Boston se dirigen a los fértiles valles de que habla en su libro.