El tratante Horn
Aloysius Horn
Ésta es la asombrosa narración de un hombre que en el último tercio del siglo XIX llega al África Central para aventurarse en territorios poco conocidos y vivir las más asombrosas peripecias.
Ésta es la asombrosa narración de un hombre que en el último tercio del siglo XIX llega al África Central para aventurarse en territorios poco conocidos y vivir las más asombrosas peripecias. Para comerciar con marfil, se interna en unas selvas atestadas de fieras salvajes, donde también practica la caza mayor. Sucesivamente busca oro y cobre, hace de detective para Scotland Yard, libera a una diosa de sus secuestradores, destila licor de cactus, capitanea una flota de caníbales y es el primer hombre blanco iniciado en los ritos de los Egbo, una sociedad secreta africana. Todo esto, más su trato con personajes de la talla de Cecil Rhodes, Ulises S. Grant, y De Brazza, es lo que nos CUENTAen este libro, que cuando fue publicado en Inglaterra alcanzó un éxito inmediato y cuya versión cinematográfica se convirtió, en 1931, en un gran éxito de taquilla. Una obra que se traduce ahora por primera vez al español.
Nacido en 1861 en Inglaterra, Aloysius Smith estudió en St. Edwards School, en Liverpool. Con dieciséis años deja los estudios y comienza a trabajar para la firma Hatton & Cookson, una importante naviera que comerciaba con la India y África. Un año después es enviado a Gabón. A su regreso, en 1882, ejerce como periodista político, contrae matrimonio, viaja a Estados Unidos y de vuelta en Londres se hace policía. Pronto deja este empleo para volver a Norteamérica, donde trabaja en el espectáculo de Buffalo Bill (William Cody), que apadrina a su hijo William. Tras la muerte de su mujer y su hija pequeña en 1894, Aloysius vive en Marruecos y viaja por África, visitando Madagascar. Participa en la “guerra de los boers” y conoce a Cecil Rhodes (fundador de Rhodesia). Con sesenta años malvivía vendiendo utensilios de cocina por las calles de Johannesburgo, donde lo encontró Ethelreda Lewis, que lo ayudó a escribir sus memorias con el seudónimo de Aloysius Horn. Conocería el gran éxito de su obra, que fue llevada al cine dos veces, la primera, poco antes de su muerte en 1931.